First Moon Landing 1969

Ayer se cumplieron 40 años de un hecho determinante en la historia humana. El instinto explorador que alguna vez llevó a nuestra especie a encontrar -conquistar, mejor dicho- nuevos continentes nos llevó a las estrellas.

Una empresa humana, dice Sagan. El prometedor inicio de un nuevo despliegue para la civilización. Pero el esfuerzo se frustró, al poco de haber comenzado. Originalmente determinado por las necesidades propagandísticas de la Guerra Fría, pronto cayó en el olvido. Con el tiempo, los elevados costos y los fallos técnicos de proyectos como el Apolo XIII pasaron factura. Por otra parte, el interés científico de nuestra sociedad fue desplazado por el resurgimiento del pensamiento mágico: gran parte de la población cree en las inconsistencias astrológicas, pero niega fervientemente la posibilidad de que existan ecuaciones que determinen la velocidad de escape de un objeto.

Por otra parte, están los hijastros del pensamiento crítico que ignoran todo sobre, justamente, el pensar o la crítica. Aquellos que, sin tener idea de las palabras de pensadores como Foucault o Adorno, están convencidos de que toda aseveración científica firma parte de una conspiración urdida por oscuras mentes. Argumentan una y otra vez, desconociéndolo todo sobre ciencia y esgrimiendo un aparato ideológico anacrónico, que se trató de un montaje cuyo único objetivo es el de mejor controlarnos.

Por ahora, bástenos el video...