miércoles, 3 de junio de 2009

De las elecciones...

Antes que nada, creo necesario decir que esto lo escribo a título exclusivamente personal. Para postear, me deslindo de las opiniones que pudieran tener el resto de los colaboradores de este blog: toda coincidencia será mera casualidad...

La campaña electoral me tiene harto. Rostros gigantescos, spots infinitos, dinero malgastado que bien podría emplearse en ciencia, tecnología y educación. Los panistas parecieran decirnos "O nosotros, o la nada"; los priístas, "nosotros lo arruinamos y nosotros lo arreglaremos"; los perredistas intentan borrar el recuerdo de su última crisis. De entre los partidos más pequeños, sólo el PSD suelta una que otra propuesta, sin decirnos claramente cómo será implementada en un país cuyos usos y costumbres  no son precisamente "progres". Los verdes y el partido magisterial, que en el resto del mundo representan un alternativa viable, son mera comparsa y se agarran de ideas cada vez más peregrinas para conseguir seguidores. En cuanto al PT y Convergencia, apelan al lopezobradorismo más duro, e insultan nuestra inteligencia con la frase "tenemos que salvar a México", olvidando que el verbo salvar implica, de este lado del mundo, un horizonte moral y religioso de consecuencias gravísimas. Algo parecido hacen los panistas, quienes envuelven sus campañas aterrorizantes con la sutileza de un martillo. La diferencia entre estos antagonistas sexenales es la misma que va de decir "después de mi, el diluvio", a "sin mí, el diluvio". Sólo tengo una respuesta a tanto ruido: anularé mi voto.

Dicen que a quien no habla, Dios no lo oye. Fuera de la improbabilidad de la existencia de Dios, el silencio siempre resulta significativo. No optar significa elegir algo distinto, exigir un cambio verdadero. Anular el voto es una manifestación más del descontento: sí votaré, pero no por los candidatos y las plataformas que los partidos me proponen. Porque no los conozco, porque no me identifico con sus discursos, porque sus palabras me parecen demagogia cretinizante y peligrosa. 


6 comentarios:

Beatriz dijo...

Ya lo dijo Magú: hagamos un nuevo partido político: VOTE NULO. Seguro ganará. Ja ja ja
Si la mayoría de los mexicanos anula su votó, esto sólo servirá para demostrar algo: que la democracia ya no nos está funionando.
y tiene sentido, después de todo, por qué creer que el voto de la mayoría, en un país donde la mayoría son semianalfabetas o estúpidos, ignorantes y corruptos, es la solución. Un voto de la mayoría no significa un voto inteligente, informado.
Los partidos parecen haber perdido sus ideales, los que votan lo hacen por el partido donde tengan un conocido o amigo que los pueda ayudar a nivel personal...y finalmente, de todas formas, el que gane no va a ganar, esos votos no van a ser respetados.
Yo no sé si anularé mi voto. Me da miedo de que si lo hago, gane el partido mocho. Creo queiré a votar por cualquier partido que nosea el PAN o el Verde...aunque no sé, por otro lado, están los fraudes electorales...y ahora uqe me acuerdo, no encuentromi credencial de elector. Creo que finalmente me uniré alas filas del abstencionismo y dedicaré ese día a curarme la cruda (porque me abasteceré de alcohol previsoramente, antes de la ley seca) o algo así.

Beatriz dijo...

Ahora que lo pienso más...¿de qué sirve anular el voto? ¿van a contar los votos nulos? No. Sólo los harán a un lado ¿Para qué molestarse entonces? ¿para manifestar descontento? ¿no da lo mismo no ir a votar y representa menos esfuerzo?

Anónimo dijo...

LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA ES EL CAMINO. Si no votamos o si anulamos el voto los que pueden cambiar las leyes para que sean útiles y aplicables se organizarán de forma más simple para la gran estafa del día de la jornada; sin mayor problema, si el día de la elección hay 10 votos en las urnas, con esos diez votos se reparten todos los distritos electorales, se repartirán todas las plurinominales y tendremos un congreso repleto de desconocidos que no representan a nadie y que además no le deben cuentas a nadie, porque NADIE LOS ELIGIÓ, y en la práctica nadie podrá exigirles nada.

Estaba pensando que debemos aplicar la suspensión de los poderes del Estado si estos emanan de una decisión popular que no ha sido legitimada, cierto; pero hay que ver que está mal hecho el planteamiento si pensamos que se logrará ANULANDO EL VOTO, con esta acción permitimos que cada vez menos ciudadanos se informen y se involucren. El 90% de los que van a anular su voto y que están convencidos, no sabe para qué, no sabe las consecuencias que traerá, y seguro desconoce la propuesta de los partidos emergentes (sabe per se que todos los partidos políticos y los metidos en política somos malísimos), pero en serio dudo que sepan siquiera cuántos partidos participan en esta elección.


Yo milito en un partido político emergente: Convergencia , y de vez en cuando participo por invitación a discutir algunas leyes; la última vez el tema eran los mecanismos de participación ciudadana en la legislatura actual de Michoacán y yo vi con qué desparpajo un diputado local reconoció que él ganó con solo el 16% del electorado, y sin decirlo textualmente, reconoció que puede decidir sobre el rumbo de nuestra vida (el 100% del electorado)sin pedirnos opinión porque NOSOTROS NI SIQUIERA LO ELEGIMOS.

(continuará...)

Anónimo dijo...

(segunda parte)

Con todo eso, en la campaña pasada estuve de acuerdo en un cartel que decía NO VOTES por indiferencia, no votes por ideología, me pareció que también era un derecho el decidir: no voto, porque nadie me convence, ahora que tengo más información me arriesgo a que me tomen como contradictoria- por usar una palabra amable- (aunque nunca tanto como la ex líder del PRI) pero NO VOTAR no es desde mi punto de vista una solución, ni siquiera una respuesta.

Creo en la revocación del mandato y que en Michoacán urge aterrizarlo en una ley, pero es desesperante ver que esto parece no tener remedio, es un gran circulo vicioso, equiparable a cuando se le cae el tornillo a los lentes y necesitamos los lentes para poner el tornillo; es complicado y desesperanzador,pero los que creemos que México tiene remedio, hay que buscar la forma de romper el ciclo y claro que es alzando la voz, claro que es exigiendo y comprometiéndonos, no siendo indiferentes.

Los diputados hacen las leyes (los decidamos o no), ellos las aprueban y ellos obligan a su aplicación, nosotros sólo somos espectadores, y si deciden que es conveniente salvar diez bancos con nuestros impuestos para que empresarios ricos no se arruinen, NO PODEMOS DECIRLES NADA, si el chofer de un diputado gana más que un alcalde, nadie puede objetarlo, si deciden presupuestar menos del 1% del PIB en ciencia e investigación (porque de todas maneras no utilizamos tanto)NADIE PUEDE EXIGIRLES NADA.

Nos angustia la inseguridad en las calles y estamos secuestrados por nuestros legisladores y NO VOTAR O ANULAR NUESTRO VOTO es comparable a ser cómplices o a no denunciar los delitos porque de todas maneras más del 80% de los delitos DENUNCIADOS quedan impunes en México, y nadie hace nada.

(y todavía no acabo)

Anónimo dijo...

(tercera y última)

A mí me parece que las campañas a favor de anular el voto están formando una moda peligrosa, y la moda como yo la entiendo, no es una cuestión muy razonada, pero también está comprando conciencias.

El 5 de julio anulando el voto no lograremos que las instituciones por si solas acepten que son caducas y que deben adaptarse, NO VA A PASAR NADA SI ANULAS TU VOTO porque hay lagunas en la ley, no tenemos una segunda vuelta (y sería interesante legislarla), para justificar con aceptación ciudadana al prospecto a diputado, pero la reforma debe ser de fondo y otra vez, como a Godoy y sus alcaldes, sólo les preocupa la forma y no el fondo…

Los que más entusiasmados están con la idea “rebelde” (que no revolucionaria) de anular el voto, le están regalando el triunfo a los partidos que detestan, es sólo cuestión de calcular un poco; lo más difícil para un partido emergente es el voto duro porque no tenemos millones ni programas con qué manipular a la gente, pero el PRI, PAN y PRD los tienen cautivos.

La elección federal es una realidad, no la van a parar anulando su voto. Votando, quitándole el poder a los que no saben qué hacer con él es como se puede romper el ciclo, ¿por qué no investigar las otras propuestas?, por qué no voltear a ver a los candidatos que no tienen millonadas invertidas en espectaculares, los partidos se dicen bonsai por mala fama, pero por qué no escuchar las ofertas, por qué no dejar que los jóvenes lleguen a puestos de poder y comiencen a hacerle espacio a los otros, hay que ser la nueva mayoría, no solo para que nos escuchen, sino para que se callen sus tonterías y permitan legislar.

Sólo quiero que pienses ¿a quién le conviene que anules tu voto? Al PAN. ¿por qué? Pues porque se dieron cuenta de que iban a recibir un voto de castigo que según las encuestas se iría al PRI (el PRD está muy deteriorado); luego entonces, debían hacer algo para convencernos de que si no íbamos a votar por ellos mejor no votáramos por ninguno y de esta manera, podían seguir manteniendo el poder a través del uso de sus estructuras y presionando a la gente a través de programas como Oportunidades y el Seguro Popular, etc.

La premisa es muy sencilla, si no votas por el PAN anula tu voto y todos tan contentos. ¿Es esto lo que realmente queremos? ¿Queremos que quienes nos defraudaron el 2 de Julio, prometieron empleo, inyectaron la psicosis con la influenza y el ejército, quienes dijeron que la crisis era un catarrito, quienes le han dejado la educación en las manos a Elba Esther, sigan en el poder? Que sigan gastando en campaña y robado durante sus gestiones cantidades que ni siquiera puedo leer.

Si eso es lo que quieren, anulen su voto... yo no pienso hacerlo

Vania Montes.

Anónimo dijo...
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