Y volvemos a empezar...

Esta tarde recibí un mail ridículo, insulso, estúpidamente cursi y relumbrón. Con esa estupidez venida a más que caracterizó algunos comunicados de los paristas (no de todos, en ese grupo hay gente a la que todavía respeto) durante la última toma. Espero que no sean ellos, o quedaría demostrado que la argumentación no le va a ciertas personas o que algunos estudiantes lo que menos hacen es estudiar, como aquel despistado que se enojó porque en el aula se habla de poesía y no del petróleo. Es curioso que este documento aparezca justo al día siguiente de realizarse una reunión cuasi secreta de alumnos y exalumnos, a la que fuimos invitados pero preferimos no asistir por la milita.. perdón... circunstancias evidentes. Y más curioso todavía que, entre las razones invocadas para que asistiéramos a esa reunión, estuviera, entre otras, la de que "quien no acuda, no podrá solucionar su problema".

En fin, veo muchas cosas preocupantes. Para empezar, es anónimo. Y no me digan que la firma "ven_seremos_mas" aclara identidades, que eso no lo cree nadie. Para seguirle, envuelve con una retórica incendiaria y mal hecha, propia de analfabeto literario e ideológico, una larga tirada de verdades a medias y francas mentiras (perdón por el oxímoron, y que el autor del susodicho correo revise el diccionario, para que no se ofenda), mezcladas con palos de ciego. Entre otras cosas, acusa al Doctor Bernardo Pérez de propiciar una reforma que alteró la flexibilidad del Plan de Estudios, que, suponen, nació inmaculado.

Pero no es así. La contradicción entre nuestro Plan de Estudios y el Reglamento General de Exámenes es de origen. Ahora sí que, con perdón de mucha gente, desde el principio de los tiempos. La responsabilidad recae, en todo caso, sobre quien lo presentó. Por lo demás, es cierto que la reforma que disminuyó el número de semestres a 8 provocó un grave desequilibrio que no hemos podido arreglar. Pero esta reforma no la impulsó Bernardo Pérez, sino quienes en ese momento estaban al frente de la institución para, según ellos, asegurar un perfil de egreso acorde con la investigación y no con la docencia. Dicen por ahí que también para asegurar los privilegios académicos de ciertas personas, pero eso es algo que ni sé ni me compete investigar.

Como dije, en ese documento todo son palos de ciego. Culpan a Bernardo Pérez de lo que no hizo, pero también a nuestros directivos en funciones: el Encargado de la Dirección, Juan Carlos González Vidal, y los Secretarios, Salvador Madrigal y Ariadna Alvarado. Los inculpan de ineptitud, corrupción, servilismo ante las decisiones de Rectoría y Secretaría General y desinterés por los problemas que padecemos los exalumnos. Acusaciones dolosas e infundadas, dado que en la última sesión del H. Consejo Técnico se acordó turnar el caso al Consejo Universitario, con una propuesta que permitiría la regularización satisfactoria de todos los casos, sin recurrir a mecanismos clientelares, exámenes irregulares, ni el cobro de pago injustos. Quien guste, puede pedir el acta en la Dirección o a cualquiera de los Consejeros...