La Escuela, como espacio físico, está abierta. Es libre.
Ahora es nuestra responsabilidad construir otra clase de libertad: la de academia y discurso, la de cátedra e investigación.
Basta de intimidaciones, paros, tomas, dogmas y pontificaciones. Así no llegaremos a ningún lado. Es la hora de la crítica seria y la propuesta fundamentada.
7 comentarios:
De acuerdo. Finalmente lo que a todos interesa es la escuela, el nivel académico y poder titularnos.
Ahora que los más interesados dejan de ser alumnos, ya no estiempo de fantismos ni de lealtades ciegas. Hay que pensar con una visión amplia y a futuro.
Juas, luego de ver esos carteles y de la ferrea vigilancia en la puerta trasera, es bueno ver que se tome ya el sentido común.
Respecto a la situación:
Estuve en la escuela 1 semestre, me salí antes de todos estos alborotos. Ahora que me encuentro con este blog y me doy cuenta de la situación, creo que como estudiantes de letras (estudio letras en la facultad de filosofía letras e historia de la universidad de guanajuato)nuestra obligación va más allá de lo común. Es muy poca (o nula)la actividad por parte de la facultad de letras de la UMSNH, no se les ve ni oye en los coloquios y congresos de estudiantes de literatura, claro que con esta situación que tienen ¿pues cómo?
Espero y se arreglen estos problemas.
No es la situación aislada de tal facultad, creo que esto nos involucra a todos los estudiantes de letras.
Con apoyo desde Guanajuato.
Sara.
Gracias por tus comentarios Sara y te comento que estamos trabajando en procurar que estos temas, lo político y lo administrativo, pasen a segundo plano y pensando en tener como prioridad lo académico.
Abusando de la confianza podríamos, a partir de aquí, establecer un vínculo entre escuelas y nos puedas proporcionar información de actividades que se estén desarrollando en tu facultad.
Dejo éste correo nic_torres@hotmail.com
Saludos.
Sara:
Te leo con gusto y escribo con desazón.
¿Por qué? Porque a meses de haber concluido la toma es poco lo que se consigue. La prioridad de neustras autoridades y de muchos alumnos no es abrir horizontes para que se hagan investigaciones académicas serias, sino turnarse para ver quién puede aspirar a la dirección del plantel. Una estupidez...
Hace poco, alguien me pidió que "modere" mis comentarios. Sabiendo de quién vino la solicitud, mi desazón aumenta. Siempre pensé que esta persona creía en la democracia, la apertura y el discurso crítico; veo que no es así. Luego, de la nada aparece otro que exige sacar de nuestra Universidad a quien no participe de las "luchas del pueblo". Otro perdido; en ese caso, nos vamos deshaciendo de casi todos. Y luego, lanza un comentario despectivo hacia escuelas como Contabilidad y Medicina, que bastante razón tienen de existir. Después, me entero de que algunos de los maestros (sin especialización en Lengua y Literatura) instigadores de la toma son premiados con horas y materias. Y quienes mantuvieron la Escuela cerrada nos solicitan un café entre amigos para hablar con "serenidad y paciencia"; una cita que nunca se cumple. Una y otra vez...
Lo que más me preocupa de este "movimiento revolucionario" es su carácter mesiánico. Algo que desde hace mucho no había visto; mejor dicho, algo que no había visto en tan pequeña (y por tanto, ridícula) escala. Ostenta una aureola que parece decirle a la comunidad: "Nosotros somos el camino, la verdad y la vida, y quienes no lleguen a la Dirección (o fuera del país) desde aquí, están perdidos". Un discurso facistoide que nos recuerda la lamentable expresión bushiana de "Quien no está con nosotros, está contra nosotros".
Durante la toma todo esto fue fue explícito. Maestros arengando en el aula: "estos muchachos tienen nobles ideales"; maestros ocupando ilegalmente cátedras ya asignadas, después de que los paristas expulsaran al titular de la materia; un nepotismo rampante ejercido en favor de alguien que ha paseado la misma ponencia durane años y congresos. Continúa la cerrazón a aceptar nuevas posibilidades; continúan las mentiras: "si no haces tesis no te aceptarán en ningún posgrado"; "la hermenéutica no es ciencia" (y jamás quiso serlo, porque en ese caso estaríaen el dilema pseudocientífico de la sociocrítica)...
Se repite la misma premisa por parte de estos filisteos: "La verdad es nuestra; quien no la comparta, no debe estar aquí". Un evangelio repulsivo que se expande dolorosamente entre los maestros y, peor aún, entre alumnos que gustosamente continúan habitando los salones, al parecer en nombre de algo tan mezquino como ganar una elección a cualquier precio.
De entre los letreros que infestaron las paredes, bancos, baños y pizarrones de la Escuela durante el secuestro (pporque el acto heroico para mí no fue más que eso), la mayoría era sólo un intento ridículo de remitirse, al menos cosméticamente, al 68. Ridículo, porque no es 1968, señores. Han pasado ya cuarenta años. Y si bien el 2 de octubre no debe ser olvidado (ni el mayo francés, ni Praga, ni Berkeley o Duke, ni el resto del mundo), el tiempo no pasa en balde.
Bueno, de entre los cartelitos, posts, fotografías, cartas, entrevistas y comentarios que abundaron, tres cosas me asustaron en particular. Una fotografía: el director, que siempre guardó silencio, sentado junto a los paristas en la mesa de diálogo de rectoría. Con los alumnos, no con con las autoridades, que era donde le correspondía estar... Un cartelito, ideado por un estúpido que leyó a Nietzsche sin entenderlo: "Mis palabras no son para estos oídos"... a él quiero contestarle pidiendo que lea un poquito más adelante su Zarathustra, ahí donde el viejo profeta reconvertido por el eterno retorno y la voluntad de poderío (con Nietzsche no hay mayúsculas)reclama al Mesías cristiano el no haber hablado claramente e interpela a sus seguidores: "Que haya quien los salve de su salvador".
El tercero, un comentario en este blog, anunciando el fin de la toma y pidiendo "¿disculpas?" a quienes no los apoyaron; o sea, a la mayoría de los estudiantes.
¿Qué comparten estas 3 expresiones? Patentizan la cerrazón. Patentizan, como dije arriba, la dolorosa y facista expresión: "Quien no está con nosotros, está contra nosotros". Un monopolio de la verdad que pretende pontificar, evangelizar y convertir, no importa si de paso hay que hacer uso de la fuerza, apropiarse de lo que no corresponde, lanzar calumnias a diestra y siniestra,recibir dinero o aceptar el regalo de calificaciones. El fin justifica los medios: hay que "salvar al pueblo", "a la Escuela" aunque éstos no quieran ser salvados. Lo cual me recuerda cierto momento de la historia de nuestro país: hay que "salvar al indio", aunque le pese. Con el apoyo de una camarilla de vividores, besamanos, radicales que en su vida han tomado un libro y, ¿por qué no?, muchachos que de verdad creen en la causa y se han dejado llevar por el desmadre o las ideas o el desmadre de las ideas. Hay de todo: luchadores genuinos y pescadores en río revuelto que quieren jalar agua para su partido -perdón, molino- o asegurarse de que su tesis, aunque descubra el agua tibia o no sea lo que quieran escribir o tenga el mismo tema que la última publicación de su asesora, sea aprobada casi automáticamente.
Y esto no es legítimo, ni académica, ni ética, ni democráticamente. Y tampoco veo de qué pueda servir al despliegue de la institución. Lo que veo me asquea.
Recordemos a Octavio Paz: el aula no es el espacio de las luchas políticas. Es el espacio del saber y el discurso. Un saber y una multiplicidad de discursos que deben fundamentar la crítica que en estos momentos tanta falta hace. Pero mientras esté en juego la titularidad de la Dirección, temo que no llegaremos a ningún lado...
Con todo gusto pasaré datos sobre lo que se esté realizando por acá o lo que se lleve a cabo en otros lugares y que hasta mi llegue, para que sea dado a conocer a la comunidad universitaria de la escuela de lenguas y lit. hispánicas, y así oír lo que ustedes tienen que decir.
Dejo mi correo por si existen dudas y también por cortesía:sapjusa@hotmail.com
P.D: Acaba de pasar el coloquio nacional "Efraín Huerta" de estudiantes de la facultad de letras de la Universidad de Guanajuato, pero los esperaremos por estos rumbos el próximo año.
Muchísimas gracias, Sara, por visitarnos, dar tu opinión e informarnos. Si te das cuenta, en Filosofí existe cercanía entre las distintas facultades (gracias en gran parte a CONEFI); proximidad que permite llevar a cabo proyectos tan importantes y ambiciosos como los congresos regionales y nacionales de estudiantes.
Por desgracia, en las escuelas de Letras no pasa esto. Te agradezco enormemente la posibilidad de establece run vínculo que, quizá, algún día nos permita hacer algo tan interesante como un encuentro de tesistas, donde alumnos y pasantes podamos intercambiar experiencias e investigaciones, más allá de cotos de poder e ideología.
Te paso mi mail, para lo que se necesite: a_luquin@hotmail.com
Nuevamente, muchas gracias...
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